| Descripción |
Trampantojo o trompe l´oeil de "mesa revuelta" con papeles, mapas, naipes, partituras, estampas, cartas y otros documentos y objetos de escritorio que aparecen distribuidos irregularmente, superpuestos y revueltos.
Utilizado ya por los griegos, el trampantojo es un recurso empleado tanto en la pintura y el dibujo como en la arquitectura para decorar muros, techos y bóvedas. En el Barroco destacó singularmente este juego entre realidad y ficción que pretende provocar el equívoco, la ilusión y el engaño de la vista; y lo hizo de manera especial en la pintura de bodegones del siglo XVII. El caso particular de las mesas revueltas parece haber surgido con posterioridad, ya en el siglo XVIII, teniendo especial predicamento en la centuria siguiente. El artista representaba objetos de escritorio, estampas, dibujos y documentos dispersos y superpuestos unos sobre otros, generalmente asociados con la personalidad, aficiones u oficio de la persona a la que iba destinada.
En no pocas ocasiones, los autores de las mesas revueltas no eran artistas profesionales sino aficionados que las hacían como obsequio para sus familiares y seres queridos. En esos casos, revelan la polifacética educación que recibía la juventud de la época, incluyéndose el dibujo entre las disciplinas que conformaban el programa educativo. Por su parte, el destinatario valoraba la destreza del autor y comprendía la carga afectiva que entrañaba tal regalo de alguien que tenía presentes los asuntos que más le interesaban o entretenían personal y/o profesionalmente. Sin embargo, el dibujo que nos ocupa es una excepción a esta regla, puesto que en el centro hay un sobre con una dedicatoria dirigida a una mujer, tal vez la esposa del autor. Adicionalmente, los documentos podrían referirse a él mismo, ya que sólo se tiene noticia de un Carlos de Molina y Chinchilla que fue subteniente de infantería y que figura en la suscripción de los discursos de la nobleza de España publicados en 1795 por Bernabé Moreno de Vargas. Al margen de algún documento de carácter religioso que le señalaría como persona piadosa, así como de una partitura, dos naipes y un billete de lotería, que dan idea a su vez de algunas de sus aficiones, los demás documentos representados son en su mayoría de índole legal y, sobre todo, política y militar. Por su contenido y por los retratos se diría que el autor quiso referirse a las guerras napoleónicas, ya que aparecen personajes como el duque de Wellington, que por esos años venció a Napoleón en la batalla de Waterloo, o el zar Alejandro I, emperador de todas las Rusias, que por entonces se hizo con la corona de Polonia. Precisamente, hay otras referencias a Polonia como una página de la Gaceta de Madrid que se refiere al curso de la guerra contra Napoleón en aquel país, o la famosa obra de Calderón de la Barca, "La vida es sueño", que está protagonizada por Segismundo, hijo de Basilio, rey de Polonia.
Sea como fuere, con esta obra, Carlos de Molina y Chinchilla ha querido "engañar" o confundir al espectador creando en él la impresión de realidad de lo dibujado en ella. La perfecta imitación de los objetos representados acredita su habilidad para crear ese efecto en quien lo está contemplando. Para ello, se sirve de recursos como esquinas dobladas que acentúan la plasticidad y favorecen la ficción, o la propia sombra dibujada bajo los documentos, creando un efecto de volumen que trampea la bidimensionalidad de la obra.
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